Entre los años 1931 y 1936 se desarrolló en España una experiencia de educación popular tan original como interesante. Un conjunto de personas, mayoritariamente jóvenes, muchas de ellas vinculadas al mundo de la enseñanza, junto a no pocos escritores y artistas, recorrieron la geografía española llevando libros, música, reproducciones de cuadros, proyectores, películas, obras de teatro y marionetas a las localidades y aldeas campesinas, algunas todavía muy aisladas.
En cada lugar al que llegaban organizaban exposiciones y representaciones, pronunciaban conferencias, realizaban sesiones públicas de lectura, trabajaban y jugaban con los niños y niñas y con sus maestros y convivían con los aldeanos.
Unos días después se marchaban, regresando a sus lugares de residencia, dejando plantada su semilla de educación y cultura, además de depositar en las escuelas una biblioteca y algunos discos. Y eso durante casi un quinquenio, por todas las regiones españolas y en distintas épocas del año.
Fue en este contexto en el que nacieron las misiones pedagógicas, en el verano de 1931, tan solo unos meses después de la constitución del primer gobierno republicano.
Apoyándose en las ideas largamente defendidas por Manuel Bartolomé Cossío y otras personalidades vinculadas a la Institución Libre de Enseñanza (ILE), las misiones pedagógicas no fueron copiadas de modelos extranjeros, sino que son una creación original.
ART SUR Arte en Acción se hace eco, casi 100 años después, de esta propuesta de las Misiones Pedagógicas y quiere trasladar a la población de Montemayor, de la comarca, de la provincia y de más allá, que desde un entorno rural se puede y se debe transmitir una realidad de la CULTURA sin distinguir entre rural o urbana que quiere desactivar la mirada paternalista, de postal o de parque temático que muchas veces todavía se traslada desde lo urbano en referencia a lo rural.